Intermundus es una instalación cerámica modular que se compone de piezas seriadas que por bloques y por repetición, constituyen una circunferencia de un metro de diámetro, aproximadamente. Lo hacen radialmente, en torno a un eje y en sectores de 45º que, replicados un total de 8 veces, completan un círculo creciente y en expansión.
Representa el crecimiento del micelio bajo la superficie terrestre y las conexiones que se establecen entre los seres vivos mediante las corrientes eléctricas que se transmiten a través de él. El micelio, esto es, el organismo del reino Fungi, crece de forma infinita subterráneamente de manera radial.
La obra capta un instante concreto de ese crecimiento, en un tiempo y espacio delimitados. Son las manos que lo conforman al instalarlo, las que deciden la distribución de las piezas y lo completa o no que resulta cada una de las ramificaciones, siguiendo unas sencillas pautas básicas.
Esto hace que cada micelio sea diferente; que cada instalación sea una obra única a pesar de estar conformada por piezas exactamente iguales.
Cada uno de los sectores crece de manera particular y tiene su propio ritmo, y es que la esencia del proyecto ha sido en todo momento conseguir originalidad, dinamismo y movimiento mediante la combinación estratégica de un número limitado de piezas seriadas.